¿Cuál es la diferencia entre vidrio y cristal para ventanas?

Los cristales sólidos y los líquidos amorfos, son características propias del vidrio, pero no muestra ni la rigidez mecánica de los sólidos, ni la organización molecular al azar de los líquidos. El vidrio es un sólido inorgánico amorfo, de enorme dureza, sin embargo, resulta bastante frágil. Está compuesto, en esencia, de minerales naturales y numerosos, como la arena. Es inorgánico, carece de composición cristalina y, comúnmente, posibilita el paso de la luz.

Referente a sus características térmicas, mencionaremos que si se calienta a la temperatura de fusión pasa a estado líquido. La resistencia a los reactivos químicos que los vidrios muestran es bastante alta, solo les ataca el ácido fluorhídrico. Es un material ecológico que posibilita su reciclado, y puede usarse para minimizar el consumo de materias primas como la energía, por esto se le puede llegar a concebir como material sustentable.

Sin embargo, el cristal para ventanas, muestra una composición molecular ordenada, los átomos están organizados de manera simétrica en celdas necesarias que se repiten indefinidamente, conformando una composición cristalina estructurada en las tres direcciones del espacio.

La primordial diferencia entre el vidrio y el cristal para ventanas es que los objetos hechos con cristal, muestran óxido de plomo. Además, mientras que el cristal se puede descubrir en la naturaleza de diversas maneras como cristal de piedra o el cuarzo, el vidrio no, ya que es el fruto de la fusión de los elementos naturales tales como la sílice, la sosa o la cal.

El mejor mantenimiento para tus cristales para ventanas

El mantenimiento de las ventanas es algo imprescindible si deseamos gozar de la tranquilidad y el bienestar en nuestra casa. Es fundamental conservar los cristales limpios y cuidados, debido a que nuestras propias ventanas sirven de intermediario entre nuestra vivienda y el planeta exterior.

Para permanecer bien limpios, los cristales para las ventanas solamente necesitan un poco de agua, a ser viable templada, además de un producto limpiador, como el jabón. Sin embargo, puedes optar por usar limpiacristales, los cuales serán mucho más eficaces de cara a la limpieza. Bajo ninguna circunstancia utilices un estropajo debido a que dañaras el cristal para la ventana. Intenta emplear paños suaves, papel de cocina, o herramientas indicadas para ese trabajo.

Es indispensable que además mimes los perfiles de las ventanas como se merece para conservar todo en el mejor estado posible.

Y sí, los perfiles, al igual que los cristales, conviene limpiarlos ocasionalmente para que mantengan su brillo y suavidad al tacto. 

Si tienes presente todos estos consejos, lograrás mantener tus cristales para ventanas en unas condiciones impecables.